Bueno. Más tarde, ese mismo día: ( <--- ja...)
Me hallaba horizontal, pensando y pensando en qué coños podía invertir mi único y humilde carajo....Ya estaba perdiendo las esperanzas (porque let's face it, no soy la persona más reflexiva o la más inteligente o la más creativa o la mejor bailarina de zamacueca o la versión femenina de Melcoloco o la que mejor canta canciones del tri de méxico en fa sostenida o....en NADA) cuando escuché a mi viejo rompiéndose las nueces por el desastroso desempeño de su equipo durante el clásico del domingo pasado, y dije mentalmente: 'uta mare, ¿por qué tanto masoquismo?, no sería más fácil mandar todo al carajo y dejar de crearse falsas esperanzas con cada pelotazo que "roza" a 40 metros de distancia el arco del equipo contrario(?¿).

Claro, inmediatamente después de ese rayiiiiito de luz y antes de entregarle al olvido esa fantabulosa idea, ¡lo hice!. Mandé todo al carajo. Osea, malgasté mi carajito en una oración.
PEEERO: Ahora soy feliz cual anís.
*Al darme cuenta de que esta última oración es dueña, sin querer, de una rima "bien huevoncita", juro por mis inexistentes sobrinos que mi felicidad se ha incrementado en un 9862.25 %.
**G-Ü-A-U, desahuévate: EL ANÍS, POOONE!
***Ahora, cabe la posibilidad de que jamás haya estado meditando en el tranquilo Nepal y que todo haya sido producto de mi mísera imaginación. (<--- Neeeh )

2 comentarios:
te he extraño, cómo no te imaginas.
El Tibet es más tranquilo que el Nepal ???
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