CREO QUE YA ES SUFICIENTE

“esas personas no son normales, ¿cómo quieren tener los mismos derechos que nosotros?”

¿Con qué derecho estas personas se irrogan la capacidad de decidir que es ser normal y que no?... Sin embargo no estoy asombrada, la miseria humana ya no sorprende pero sí me da asco. No entiendo eso de que los “maricones” se quieren comparar con las mujeres y aún peor no comprendo porque algunas mujeres aseguran que “ellos” jamás serán como “nosotras”. Hasta donde yo sé nadie ha inventado el género femenino o masculino como tal, lamentablemente la sociedad nos ha ido formando un concepto equivocado de lo que es ser hombre o mujer, basado única y exclusivamente en un parámetro superficial y absurdo como lo es la apariencia física…. Es como si existiera una lista de requisitos previos que tienes que reunir para estar dentro de uno de estos grupos y si no te da la gana de cumplirnos o no los tienes simplemente “no vas” “no estas” “no eres”. Pero qué se puede esperar de la injusta naturaleza y de un país en el que algunas (muchas) de las leyes constitucionales se basan en ridículas moralidades religiosas (que también es discriminación).

Me parece que este tipo de racismo no es sólo consecuencia del nivel cultural (intelectual) del que carecen muchas personas sino más bien es algo personal, algo que no se enseña(al menos no en el colegio) o que cuesta aprender, la tolerancia, la empatía, el “a ti que mierda te importa”. Más que tristeza tengo una sensación de vacío con algo de vergüenza. Lo que sí sé con total seguridad es que somos personas y eso está por encima de nuestra sexualidad y de lo que sea. Nadie merece menos que nadie.

Homosexuales, heterosexuales, bisexuales, travestis…todos buscamos lo mismo y en esencia somos iguales. A fin de cuentas el amor es amor, cada uno puede hacer suya la definición de esta palabra, porque su significado no está claro, es como un principio de polaridad, de intensidad, en lo que lo más importante es la medida de nuestras sensaciones y no una representación física de estas.

Y darte cuenta de esto es cómo encontrar una moneda refundida en un viejo sillón.