Es un día triste. No porque no haya salido el sol. Odio el sol. Es algo extraño, solo quiero quedarme en mi cama, forrada en sábanas, sola, escuchando música y comiendo galletas holandesas. Leer. Es un día para leer. Quiero leer el último libro que me han recomendado. Ni siquiera he pasado de la tercera página.
Es un día tan jodidamente perfecto. Todos los días deberian ser asi. Hace frío. Sopla el viento, muy fuerte, las cortinas se azotanm una y otra vez contra la pared. Y esta bien. Así me gusta. Me acerco a la ventana y pienso un rato. Las mejores cosas de la vida, no cuestan nada. Son gratis. Sólo hay que ver un poco más allá. Asomarse a la ventana. Encontrar lo que nos haga feliz. Disfrutarlo. Y recordarlo cada que lo necesitemos.
Ahora quiero estar en la playa. Donde haya muchas piedras. Recostada. Buscandole forma a las nubes. Muriendo de frío. Eso quiero. Hacer esto todos los días. Como en mi sueño. Luego subir cuesta arriba por una pradera. Todo verde. Todo pasto, árboles y lluvia. En la cima, estar en silencio. ¿Para que gritar?.
Pero estoy en mi cuarto. En mi cama. Y esta bien. Aqui la paso bien, me gusta este lugar, lleno de niños, hombres, mujeres, ancianos, normales peros sin pies. No veo sus pies, no les veo las piernas. Pero son reales. Me hablan. Duermen conmigo. Estan tristes. No me dicen porque. Pero siempre estan conmigo. Me tengo que ir a bañar. Para olvidarme de todo. Porque mañana nuevamente saldrá el sol.
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