jueves, 8 de enero de 2009

ALARMA


Que pena y que asco. No sé, a veces no entiendo que esta pasando con la gente, a donde se fue el sentido común, la empatía, las buenas intenciones…como se puede llegar a ser tan cínico e indiferente, como es que nos hacemos mierda entre nosotros, que grado de inconciencia tiene que alcanzar una persona para joder a otra sin mostrar el menor de los remordimientos. No sé en que planeta he estado viviendo.

Siempre, desde que tengo uso de razón me he acostumbrado o por lo menos he intentado tratar bien a las personas que son ajenas a mi entorno, sin importar de donde vengan, si son niños de la calle, gente de la universidad o personas que conozco porque sí. Sé que algunos perciben mi forma de ser como una pose o un afán de demostrarle al mundo lo buena persona que soy. No es verdad. Detesto que la gente me increpe el hecho de darle algunos centavos a los niños que limpian carros o a los ancianos que están sentados en los puentes o mi cambio de humor repentino al ver alguna injusticia o un mal trato. Muchas veces me han dicho que no ayudo a nadie dándole 30 centavos y que probablemente con ese dinero se van a comprar una bolsa de terokal.

Durante algún tiempo, todo eso me hacia sentir muy mal, lamentaba el hecho de ser parte del problema, existieron épocas en las que odiaba ser así, todo los días hacia mi mayor esfuerzo por hacerme la insensible, la indolente, la de “carácter fuerte”. Pero no lo soy. Siempre seré la que se conmueve de más. Jamás me pidan dejar las cosas así como están. Nunca se crean con el derecho de exigir que cambie mi forma de ver las cosas.

Sólo les puedo decir a todas esas personas que alguna vez me hicieron sentir así, amigos cercanos o no, que son todos unos hijos de puta y yo la huevona más grande de este planeta por quedarme callada y no mandarlos a la mierda cuando se lo merecían. A quién carajo le tiene que importar a donde vaya a parar mi plata o si alguna vez me quedo en la miseria por dedicarme a este tipo de cosas, si a alguien simplemente no le gusta pues solo aléjense de mi, porque eso es parte de mi vida, eso soy yo y les puedo asegurar que soy lo suficientemente inteligente como para darme cuenta de que tal vez el día de mañana haya más gente necesitada, mas gente sin hogar, mas niños en las calles…lo único que puedo hacer, ante eso, es prometer que así seré hasta el día en que me muera.

Como siempre digo no me las doy de santa, ni de la persona más solidaria del mundo, tampoco siento que me merezca algo por esto, porque la vida no es la consecuencia de lo bueno o lo malo que hagas. El éxito, entre comillas, no es un factor directamente proporcional a la cantidad de gente que ayudes.
Te tocará vivir lo que te toque vivir, morirás como tengas que morir. Nunca pienses que te mereces algo mejor por el hecho de sentirte superior a los demás, nunca creas que has alcanzado alguna verdad universal (si es que crees que existen), nunca hagas algo esperando alguna recompensa, porque puede que jamás llegue.

No esta mal ser realista, pero si esta mal serlo todo el tiempo.

3 comentarios:

Yared Medina dijo...

Yo soy un huevón más, pero también soy un gran hijo de puta indiferente según la situación...

Yared Medina dijo...

Ah, verdad. Cada vez la música es más rara, más rica, más chévere, más tú.

V dijo...

:)