lunes, 12 de enero de 2009

VAMPIROS Y TERREMOTOS



Me habían recomendado hace unos días ir a ver una película, cuando me dijeron que se trataba de vampiros obviamente puse mi cara de: “que basura”… y no!!, más adelante no diré que estaba equivocada porque en realidad me pareció rara-mala…como una película que intentó pero que no pudo, no llegó….rara. Pero ese no es el punto, sino que mientras estaba en un ataque de risa por lo absurda que me parecía la película (menos mal que tenía “canchita” para pasar el trago amargo) de pronto me imaginé que pasaría si algún desquiciado entra y toma a las personas de la sala 3 como rehenes, la verdad es muy fácil porque mucha seguridad no hay y no es que yo sea una persona paranoica (si lo soy) es sólo que pienso que falta que alguien se atreva nomás porque las condiciones están. Es más por un momento pensé que en caso de algún secuestro tendríamos (yo y el resto de secuestrados) que practicar la orino-terapia, porque en algún momento se acabarían las gaseosas ¿no?, luego llegaríamos al canibalismo y luego lleg….ya!! ya había comenzado a sudar frío así que preferí distraerme con la idea de un terremoto de grado 7, lo cual trajo a mi mente lo sucedido en este último.

Estaba yo absolutamente alegre y empiyamada descifrándole a mi mama el significado de “datos adjuntos” y ayudándola a borrar algunos correos que databan de 1998, cuando de pronto sentimos el primer movimiento…yo no soy de las personas que se quedan en su lugar y dicen ya pasará…NO! Yo soy más bien de las ridículas que salen gritando: fin del mundo, fin del mundo!...Y así fue yo estaba en medio de la pista sin zapatos, con el pantalón en la rodillas(porque me quedaba un poco grande), mientras que mi mama y mi hermana seguían haciendo lo suyo, pero el movimiento era cada vez más y más fuerte y al segundo las dos estaban trepadas en mi espalda(como en la película..jaja…que huevada), ya estaban en una crisis de nervios, lloraban a mares, yo estaba muriendo pero de risa, no sé porque pero mi risa era algo incontrolable, me dio una ataque de risa de esos que no me daban hace tiempo, veía a toda la gente desesperada, mi mama estaba rezando, los perros estaban como locos, las macetas de los techos comenzaron a caer, el cielo se iluminaba con una especie de luz azul muy brillante, fue allí cuando la desesperación ya no cabía en el cuerpo de mi mama, comenzó a gritar: marcianos, marcianos….pero en serio, totalmente convencida de que los “marcianos” nos estaban atacando, yo buscaba la posición adecuada para no orinarme en mi pantalón de conejos rosados(una grajería). Todo estaba bien(al menos para mi) hasta que recordé que mi abuelo estaba en su cuarto y con lo viejito que es derepente no se había dado cuenta de que se trataba de un temblor y no de un camión de basura…me gustaría decir que sin pensar fui corriendo a traerlo hacia la calle, pero no fue así, pensé y muchas cosas para los dos segundos que estuve parada sin saber que hacer…al final dije ya que chucha, ajusté mi pijama-pantalón con una mano y con la otra me súper impulse y fue corriendo a arrastrar a mi abue hasta la puerta…me podrán creer que el hijo de puta me dijo: no, no mamita , ya va a pasar…este viejo me cagó la película en verdad, porque se supone que al llegar a su cuarto(que debería haber estado incendiándose por la “liberación de energías” o por algún suceso misteriosamente espontáneo) lo encontraría inconsciente, lo levantaría en mis hombros (lo cual es físicamente imposible, pero para que están los efectos especiales) recorrería los 4258 escalones que nos separan de la salida y finalmente lo recostaría en el pasto para luego darle los primeros auxilios. Pero no!!! Él me dijo que me esperé que seguro ya acababa. Pero en ese momento el movimiento ya era muy fuerte, por lo que lo tome de la mano y ambos salimos corriendo (sí, corriendo…a la mierda con los simulacros del nido del colegio y de la universidad). Cuando llegamos ya casi todo había terminado y yo me sentía como en otro mundo, toda la gente en la calle, abrazados, llorando, familias enteras….y lo único que dije fue: creo que ya no le tengo miedo a los temblores. No es verdad, todavía “se me hace aguita” cada vez que pasa el camión de basura o algún carro viejo.


Ya me acordé, la película se llama crepúsculo o algo así, la verdad hubiera preferido ver la película de susy diaz y el mero loco.


La imagén no tiene nada que ver, pero me acordé de bananin y bananon mientras imaginaba lo huachafa que se me veía con una pijama gigantesca en medio de la pista.

3 comentarios:

Yared Medina dijo...

jajaja, pucha "fin del mundo, fin del mundo", mm qué pena que no te hay gustado la pela, yo aún no la veo, pero quiero verla, no sé siempre me ha atraido los vampiros, son sexys creo. En fin un cague de risa tu abue. jajaja, no me imgino tu pijama. jajaja

Anónimo dijo...

A tu mama se lo ocurrio lo de los marcianos, al papa de una amiga que vive por Chorrillos, se le ocurrio "los chilenos nos invaden". Osea? jajaj creo que el tio estaba en otra

V dijo...

jajaja...que bellos...los papitos siempre con esas ocurrencias...mi abuelito se puso a llorar en la calle...pensó que lo habia venido a buscar su mamá...un daño cerebral..