A veces creo que eres un poco idiota al pensar que un hombre de 80 años tiene la misma memoria visual, lingüística o emocional de un chibolo de 15 o quizá sólo seas un poco-demasiado optimista. ¿Cómo puedes pensar que tus reclamos y tus malos humores me harán desistir de los caminos que quiero seguir? ¿De donde reúnes las fuerzas para hacer sonar tus respiros? ...Es que acaso soy tan débil o es que eres muy arrogante.
Tal vez siempre te acostumbre a eso, después de todo esa es nuestra dinámica: el tú dices y el yo lo hago. Es muy probable que yo tenga la culpa, por la excesiva conmiseración que tengo hacia mi misma o quizás por el retorcido significado que tengo de la gratitud. De cualquier forma siempre nos fue bien así o por lo menos eso es lo me gusta hacerte creer.
Recuerdo las veces en las solías irte durante meses a recorrer el mundo, mientras yo me quedaba en casa haciendo un puño con los dedos de la mano, forzándome inútilmente a pensar que te extrañaba, ya sabes, para no sentirme tan ruin, tan canalla. Ahora gracias a esta conciencia descarada, que probablemente sea lo único que deje de herencia, y a los extraños brios que esta me produce, te puedo asegurar que yo…yo no te quería nada.
Siempre te preguntas que hiciste mal, yo lo sé, aunque también sé que eres un hombre muy testarudo y que jamás te permitirías ese tipo de debilidades a voz alta y menos delante de tu dolor de cabeza. Me gustaría decirte que no lo hagas, que no te alarmes, que no te desveles, pero eso terminaría por matarte, después de todo esa es la única forma que tú conoces de vivir, de sentir que aún estas respirando.
Tu me has convencido de que no existen los cambios ni las falsas redenciones de fin de semana, precisamente porque siempre me dijiste lo contario, ya me conoces, no esperes menos que mi tozudez, la tuve que heredar de algún lado.
Cuando hablo contigo o mejor dicho cuando tú hablas conmigo, y voy sintiendo como se me quebranta la voz y se humedecen mis ojos, no puedo evitar sentir vergüenza…vergüenza por que tú no me enseñaste a ser así. Tu me enseñaste lo vulgar y corriente que es reírse en voz alta, que siempre se dice “¿si?” en vez de “qué!” y lo silenciosa que tenia que estar la casa mientras tu leías el periódico.
Muchas veces me confundes. Dices que te gustaría pensar como lo hago yo, por eso no comprendo porqué me obligas a ser como tu, ¿no te basta sólo contigo?...Tal vez ya te cansaste de ser la pared sobre la que todos lloran, a la que todos le dan de golpes , pero si sabes como se siente, ¿por qué lo haces conmigo? ¿sabes?, no solo tú tienes derecho a estar de mal humor.
No puedo negar que eres encantador, especialmente por esa inconciencia que has ido adquiriendo con el tiempo y de la que te jactas en cada una de las arrugas de tu cara. Tu falta de vergüenza me mata, al igual que lo hacen tus chistes malos. Odio tus abrazos pero no porque sean tuyos, sino porque cada vez que me los das siento que me quieres y mientras recuestas tu cabeza sobre la mía me siento tu madre y tú mi niño.
Tengo en la mente esa foto, en la que me tienes en tus brazos, cuando aun era pequeña…pienso en tus lentes oscuros y en que me quedaban enormes….pienso en el súper héroe que eras para mi en esos tiempos.
Tal vez siempre te acostumbre a eso, después de todo esa es nuestra dinámica: el tú dices y el yo lo hago. Es muy probable que yo tenga la culpa, por la excesiva conmiseración que tengo hacia mi misma o quizás por el retorcido significado que tengo de la gratitud. De cualquier forma siempre nos fue bien así o por lo menos eso es lo me gusta hacerte creer.
Recuerdo las veces en las solías irte durante meses a recorrer el mundo, mientras yo me quedaba en casa haciendo un puño con los dedos de la mano, forzándome inútilmente a pensar que te extrañaba, ya sabes, para no sentirme tan ruin, tan canalla. Ahora gracias a esta conciencia descarada, que probablemente sea lo único que deje de herencia, y a los extraños brios que esta me produce, te puedo asegurar que yo…yo no te quería nada.
Siempre te preguntas que hiciste mal, yo lo sé, aunque también sé que eres un hombre muy testarudo y que jamás te permitirías ese tipo de debilidades a voz alta y menos delante de tu dolor de cabeza. Me gustaría decirte que no lo hagas, que no te alarmes, que no te desveles, pero eso terminaría por matarte, después de todo esa es la única forma que tú conoces de vivir, de sentir que aún estas respirando.
Tu me has convencido de que no existen los cambios ni las falsas redenciones de fin de semana, precisamente porque siempre me dijiste lo contario, ya me conoces, no esperes menos que mi tozudez, la tuve que heredar de algún lado.
Cuando hablo contigo o mejor dicho cuando tú hablas conmigo, y voy sintiendo como se me quebranta la voz y se humedecen mis ojos, no puedo evitar sentir vergüenza…vergüenza por que tú no me enseñaste a ser así. Tu me enseñaste lo vulgar y corriente que es reírse en voz alta, que siempre se dice “¿si?” en vez de “qué!” y lo silenciosa que tenia que estar la casa mientras tu leías el periódico.
Muchas veces me confundes. Dices que te gustaría pensar como lo hago yo, por eso no comprendo porqué me obligas a ser como tu, ¿no te basta sólo contigo?...Tal vez ya te cansaste de ser la pared sobre la que todos lloran, a la que todos le dan de golpes , pero si sabes como se siente, ¿por qué lo haces conmigo? ¿sabes?, no solo tú tienes derecho a estar de mal humor.
No puedo negar que eres encantador, especialmente por esa inconciencia que has ido adquiriendo con el tiempo y de la que te jactas en cada una de las arrugas de tu cara. Tu falta de vergüenza me mata, al igual que lo hacen tus chistes malos. Odio tus abrazos pero no porque sean tuyos, sino porque cada vez que me los das siento que me quieres y mientras recuestas tu cabeza sobre la mía me siento tu madre y tú mi niño.
Tengo en la mente esa foto, en la que me tienes en tus brazos, cuando aun era pequeña…pienso en tus lentes oscuros y en que me quedaban enormes….pienso en el súper héroe que eras para mi en esos tiempos.
Milagros navideños un poco "atrasaditos":
W: Bueno...no siempre se tiene la oportunidad de decirlo, pero sinceramente espero que te vaya bien y que si no fue así, que todo mejore, si fue así q se mantenga el rumbo...no te olvides que aun separados, la falta de comunicación y todo, te considero alguien importante y quiero que sepas que de algún modo u otro cuentas conmigo para lo que sea….feliz año nuevo atrasadito jojo (que maricon!)
V: Oye!...y yo que pensé que te habías convertido en un imbecil, perdón por la sinceridad, pero es bueno llevarse este tipo de sorpresas....gracias y de verdad que no tengo ni que decir...que puedes hacer lo mismo conmigo
W: Jajaja...yo no cambio solo crezco...así como me conociste, aun sigo siendo
V: Me alegro tal vez solo sea necesario reunirnos alguna vez...para recordar como éramos
W: ¿Un cinecito?
V: Vamos pues
V: Oye!...y yo que pensé que te habías convertido en un imbecil, perdón por la sinceridad, pero es bueno llevarse este tipo de sorpresas....gracias y de verdad que no tengo ni que decir...que puedes hacer lo mismo conmigo
W: Jajaja...yo no cambio solo crezco...así como me conociste, aun sigo siendo
V: Me alegro tal vez solo sea necesario reunirnos alguna vez...para recordar como éramos
W: ¿Un cinecito?
V: Vamos pues
7 comentarios:
^^
Si, hoy fue un día muy raro...creo que ya me va a venir la regla...=)
jajaja. Me voy a bañar. Está haciendo un calor de mierda aquí. Ojalá te encuentre después, aunque tengo que hacer algunas cosas primero, como unos trabajos que siempre dejo para última hora. Lo que pasa es que soy bueno para perder el tiempo y luego hacerlo todo a la volada.
Vaya, vaya con Dios....ateo:)
ya me bañé y estoy fresco como un hall's [no entiendo por qué la lechuga tiene que ser un sinónimo de frescura]
oye..jaja te salió en rima!!buen trabajo-ajo
Ciega, no te veo
yo estoy no-conectado,
desconectado.
es raro, pero
me está dando sueño.
¿Duendes en mis pestañas?
Me aburro.
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